jueves, 8 de diciembre de 2016

Ilumina el Mundo Día 8


Jesús oró por otros y tú también puedes hacerlo


 9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
 10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
 11 Danos hoy el pan nuestro de cada día.
 12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
 13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén.
MATEO 6:9–13

Algunas de las palabras más perdurables de Jesucristo no fueron dirigidas a Sus discípulos, sino a Su Padre en el cielo mientras oraba. Para recibir inspiración en nuestras oraciones, podemos mirar a Cristo como nuestro ejemplo principal.

TRES MANERAS FÁCILES DE PARTICIPAR

1. Pregúntale al Señor cómo puedes ser la respuesta a la oración de otra persona.
2. ¿Cuándo fue la última vez que oraste con tu familia? ¿Qué tal en este momento? 
3. ¿Nunca has intentado orar? Esto es lo que tienes que hacer.


En el Progreso Personal:

A fin de conocer mejor el principio de la Oración, completa la Experiencia 3 del valor Fe:

"Se requiere fe para vivir los principios del Evangelio. Lee acerca de la fe en la Guía para el estudio de las Escrituras o en Leales a la fe. La fe en el Salvador Jesucristo nos lleva a la acción. Escoge un principio como la oración, el diezmo, el ayuno, el arrepentimiento o el santificar el día de reposo. En tu hogar o en otro lugar, planifica y presenta una lección de la noche de hogar sobre la forma en que la fe te ayuda a vivir ese principio del Evangelio. Si fuera posible, pide a un integrante de la familia que relate una experiencia que haya fortalecido su fe. Relata también tus propias experiencias. En tu diario escribe una de esas experiencias y describe tus sentimientos acerca de la fe."

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