sábado, 3 de diciembre de 2016

Ilumina el Mundo Día 3


Jesús ayudó a que otras personas vieran y tú también puedes hacerlo

 6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego
 7 y le dijo: Ve, lávate en el estanque de Siloé (que significa Enviado). Entonces fue y se lavó; y cuando regresó, ya veía.
JUAN 9:6–7Como la Luz del mundo, Jesucristo nació para que nadie tuviera que vivir en la oscuridad.
Milagrosamente sanó a los ciegos, pero no es la única manera en la que Jesucristo nos puede abrir los ojos. En la actualidad, hay muchas maneras en las que podemos ayudar a otras personas, y a nosotros mismos, a ver las cosas que más importan.

TRES MANERAS FÁCILES DE PARTICIPAR

1. Destaca una virtud en otra persona, algo que ellos no vean en sí mismos.
2. Dona unos anteojos [gafas, lentes] que ya no uses.
3. Lee y comparte este relato sobre cuando Cristo le da la vista al hombre ciego.

En el Progreso Personal:

Al conocer tu propio valor, puedes ayudar a que otras personas vean también su propio valor. Para complementar la obra de servicio sugerida del día, completa la Experiencia 3 del valor Valor Individual:

"Lee Doctrina y Convenios 18:10 y 121:45. Haz todo lo posible por edificar a otras personas y ayudarles a darse cuenta del valor que tienen. Todos los días, durante dos semanas, fíjate en las cualidades y los atributos valiosos de otras personas, y reconócelos verbalmente o por escrito. Escribe en tu diario lo que hayas aprendido acerca del valor de las personas y cómo aumenta tu confianza en ti misma cuando edificas a los demás."

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