"La fe no es tener un conocimiento perfecto de las cosas; de modo que si tenéis fe, tenéis esperanza en cosas que no se ven, y que son verdaderas (Alma 32:21).
Soy hija de un Padre Celestial que me ama; tengo fe en Su plan eterno, el cual se centra en Jesucristo, mi Salvador."
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El primer principio del Evangelio es fe en el Señor Jesucristo.
Esta es la segunda experiencia con el valor Fe.
¿Qué hacer para completar esta Experiencia del Progreso Personal?
- Descubre los principios de la fe que enseñaron las madres a los jóvenes guerreros de Helamán. Lee Alma 56:45–48 y 57:21. Imagina que estás en esa época en que estos jóvenes guerreros deben salir a luchar por su pueblo, por sus familias, por sus madres.
- Estudia lo que “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” (véase la página 101) dice acerca de la función de la madre.
- Conversa con una madre, una abuela o un líder sobre las cualidades que una mujer necesita a fin de enseñar a los hijos a tener fe y basar sus decisiones en las verdades del Evangelio. ¿Cómo pueden ayudarte estos principios en tu vida en este momento y ayudarte a prepararte para ser una mujer, esposa y madre fiel? Registra tus ideas y sentimientos en tu diario.
En la manera en que puedas analizar la historia de los jóvenes guerreros, la proclamación para el mundo y los consejos y cualidades que pueda darte una mujer ejemplar, podrás encontrar las enseñanzas clave para poder fomentar tu propia fe y la de las personas a tu alrededor, ya sea tu familia o tu futura familia. Puedes hacerte preguntas tales como:
¿Qué los/las motiva?
¿Por qué eso puede servirme?
¿Cómo puedo hacer de esto una enseñanza sencilla?
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